QUINTO TULIO CICERÓN, guía para candidatos

QUINTO TULIO CICERÓN, nació en el año 102 a.C, en Arpino, Roma. Fue edil en 66 a.C, propetor en 62 a.C, pretor en 61-59. Fue autor del manual de campaña electoral en el año 64 a.C, mejor conocido hoy como Breviario Electoral y que es traucido por Alejandra De Riquer, editorial Acantilado, Barcelona, España, 2003.

Esta obra señala los consejos que acepto en la campaña que hizo para obtener los diferentes cargos de representación y que queda para quienes así lo estimen conveniente como gúia electoral.

Observaciones:

• Si tienes fama de ser buen orador, tendrás que presentarte siempre tan bien preparado para hablar como si en cada una de las causas se fuera a someter a juicio todo tu talento.


• Conviene que aquellas personas a cuya categoría y posición social deseas acceder te consideren digno de tal posición y de tal categoría.

• Esfuérzate en conservar a los partidarios que tienes, pues te procederán una gran consideración.

• Si cuentas con muchas personas, haz que sepan la importancia que les das. Si consigues que deseen apoyarte lo que están indecisos, éstos te ayudarán mucho.

• Cuando aspires a un cargo, es preciso que pongas en ello toda tu suerte de ingenio, cuidado, esfuerzo y dedicación.

• Una candidatura a un cargo público debe centrarse en el logro de dos objetivos: obtener la adhesión de los amigos y el favor popular.

• Hay tres cosas en concreto que conducen a los hombres a mostrar una buena disposición y dar su apoyo en unas elecciones, a saber, los beneficios, las expectativas y la simpatía sincera, es preciso estudiar atentamente de que manera puede uno servirse de estos recursos.

• Juzga y sopesa las posibilidades de cada persona, para saber de qué manera puedes ser útil a cada uno y qué puedes esperar y pretender de cada cual.

• Es preciso que te ocupes de los hombres influyentes en sus barrios y en sus municipios, de manera que ellos mismos entiendan que ya sabes lo que puedes esperar de cada uno, que aprecies lo que recibes y que te acuerdes de lo que has recibido.

• Puedes hacer con dignidad lo que durante el esto de tu vida no serías capaz de hacer, a saber, acepta la amistad de quien te plazca, de aquellos con los que, si hubieras intentado relacionarte en otro tiempo, habría parecido que obraras de manera improcedente; en cambio, si durante el período electoral no hicieres esto con muchas personas poniendo gran empeño en ello, no parecerías un candidato.

• Dedícate a la ciudad entera, a todas las corporaciones, a las aldeas, a los barrios; si te ganas la amistad de los hombres más importantes de estos grupos, podrás fácilmente, gracias a ellos, contar con el resto.

• Busca y sigue la pista de los hombres de cada lugar, conócelos, sal a su encuentro, asegúrate su adhesión, procura que hagan campaña a tu favor entre sus vecinos y que, por así decirlo, se conviertan en candidatos por cuenta tuya.

• A los que viven en los municipios y en el campo se consideran amigos tuyos sólo con que los llames por sus nombres.

• Acude a los jóvenes más sobresalientes y con inquietudes culturales, es extraordinariamente grande y digno de admiración el celo que ponen estos muchachos a la hora de buscar votos, de salir al encuentro de las gentes, de propagar las noticias y de acompañar al candidato.

• El pueblo, éste desea que el candidato lo conozca por su nombre, lo halague, mantenga un trato asiduo con él, sea generoso, suscite la opinión popular y ofrezca una buena imagen en su actividad pública.

• Procura ser accesible día y noche y que esté abierto no sólo el portal de tu casa sino también el de tu rostro y de tu expresión.

• Lo que tengas que hacer, muéstrate dispuesto a hacerlo con interés y de buen grado.

• Aquello de lo que no seas capaz, niégate a hacerlo o no te niegues; lo primero es propio de un hombre bueno, pero lo segundo de un buen candidato.

• Procura que toda tu campaña se lleve a cabo con un gran sequito, que sea brillante, espléndida, popular, que se caractericé por su grandeza y dignidad.

• Persevera más en seguir el camino que te has marcado, sobresale en la elocuencia.

• Dedica enteramente todas tus fuerzas y facultades a conseguir tus aspiraciones.

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