Análisis, Las Alianzas, el PRI-DF y su Circunstancia (último)

Un partido ganador es el que triunfa en forma habitual contra otros oponentes en alguna clase de competición. De acuerdo a la competencia, el partido puede ganar por sí y a través de sus candidatos.

En política, un partido ganador es el que demuestre primero que tiene la confianza y simpatía ciudadanas; segundo que sus gobernantes realicen y asuman un buen gobierno y administración, y tercero que sea útil y cuente con la sensibilidad necesaria en la solución de los problemas que se le plantean.

En las elecciones, un partido finalista suele definirse en las instancias finales de la jornada donde debe batir a un oponente que llegue en las mismas condiciones, habiendo eliminado previamente a los demás competidores. Si resulta ganador de esta contienda, recibe el título de triunfador y competitivo.

¿Por qué el PRI en el Distrito Federal, es el único que no ha ganado nada en una entidad federativa como es la capital de la República?, ¿Por qué sí lo hace, en otras entidades federativas, aún con gobiernos contrarios? ¿Por qué recupera gobiernos y congresos? ¿Cuál es la fórmula? Habría que recabar la experiencia, tenerla y aplicarla.

Anteriormente una elección en el Distrito Federal se preparaba de dos a tres años de antelación, el partido reestructuraba sus cuadros, diseñaba estrategias en base a estudios y elegía bien a sus candidatos, se preparaba para competir y ganar.

Hoy casi ningún partido político gana por sí solo una elección, dado el comportamiento del electorado que es cada vez más complejo, más consciente de la decisión de su voto, de su participación en la toma de decisiones para hacer que un partido asuma o pierda el poder.

Hemos dado cuenta del marco histórico electoral que el PRI en el Distrito Federal ha observado en las últimas elecciones para Jefe de Gobierno, Representantes a la Asamblea Legislativa y Demarcaciones Territoriales (delegaciones), y es en este contexto como trazamos la posición que actualmente ocupa el PRI, tanto con sus simpatizantes, militantes y principalmente con los ciudadanos.

También hemos dado cuenta de los inicios de las alianzas que los partidos hacen para ser más competitivos en esta primera década del siglo XXI. Así el PRD a pesar de alcanzar desde 1997 la mayoría en la Asamblea, así también la Jefatura de Gobierno y las delegaciones políticas, inicia su participación con candidaturas comunes y con coaliciones con partidos afines ideológicamente e intereses. Lo mismo lo hizo el PAN en la elección de 2000 con buenos resultados. El PRI lo realiza por vez primera en las elecciones del 2003, la mantiene en 2006 y la refrenda en 2009 con exiguos resultados, ¿Por qué?

El PRI en el Distrito Federal, naturalmente está obligado a seguir esa ruta que ya se trazo y deberá hacerlo con partidos que cuentan con la suficiente estructura y capacidad de movilización y estrategia.

¿Cuál será el compromiso que la dirigencia nacional entrante tenga para el Distrito Federal?, que es el organismo correspondiente para convocar a tener una dirigencia adecuada para la preparación y posible consolidación del partido en las elecciones presidenciales, y locales para el 2012, el reto es mayúsculo y que con voluntad e inteligencia tendrá que resolverlo.

En otros análisis de este blog, hemos escrito sobre las bolas de nieve, los booms políticos, los impactos de avalanchas electorales que han provocado tres actores políticos nacionales, Cuauhtémoc Cárdenas en 1997, Vicente Fox en 2000 y Andrés Manuel López Obrador en 2006. Se piensa que Enrique Peña Nieto cuenta y ejerce ese poder de persuasión y encanto de los grandes líderes carismáticos mundiales y que puede ser el gran elector que saque al PRI del Distrito Federal de su letargo político-electoral en que se haya y que coadyuve enormemente a superar las inercias y repetir los sucesos ya de todos conocidos, el arribo del poder con más posiciones y mejor representación del partido.

Pero no será suficiente si no se cuenta con la ayuda eficaz y experta de una dirigencia profesional, adecuada, consolidada y unida. Con un partido más competitivo, con una reforma estructural, con un proyecto a corto y mediano plazo, una estructura renovada, transformada, vigorosa, apoyada e estimulada y con una perspectiva de voluntad. Con candidatos comprometidos, profesionales, con imagen y liderazgo. Con cuadros con visión, talento, creatividad y experiencia, con un trabajo territorial consistente y estratégico.

El PRI en el Distrito Federal ha descuidado y abandonado a cuadros con talento y capacidades y ha dado entrada a otros tantos innecesarios. Por lo que es momento de consolidar una nueva generación conformada por la iniciativa, aptitud, experiencia y madurez. Construyendo las alianzas necesarias con intelectuales, políticos, sectores, organizaciones, partidos, sindicatos, ciudadanos, medios de comunicación, líderes y demás conciudadanos comprometidos con una sola causa hacer del Distrito Federal la ciudad que exigen los capitalinos.

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