LA CIRCUNSTANCIA

Sé no enseña a caminar, a comer, a, etc., etc., etc… pero no a vivir en plenitud.

Si observamos lo verde de la naturaleza, a escuchar el ruido del agua en cascada, el valle, la montaña, el volar y el canto de las aves. Si disfrutamos el viento y nos regocijáramos en él, entonces estamos viviendo.  Que la vida que se no ha proporcionado sea vivirla en plenitud y a disfrutar plenamente todo el tiempo que estemos en ella.

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