LA FORMACIÓN DEL CARÁCTER Y LA FUERZA DE VOLUNTAD DEL JOVEN
Monseñor Titamer Toth, señalaba que
crece el número de convencidos de que la escuela actual dedica excesivos
cuidados al mantenimiento de los jóvenes y olvida su formación del carácter y
de su fuerza de voluntad.
Mencionaba ¡Qué triste espectáculo ofrece
un joven sin voluntad! Sea lo que sea lo que tenga que hacer, le cuesta un
esfuerzo enorme sólo el poder pronunciar el "Sí" o el "No". Que no logra tener principios, ni un
modo de pensar independiente, ni siquiera cuando van a clases superiores. Ni cuando es un hombre
hecho. Espía siempre al otro para ver lo que hace y él hace lo mismo.
Afirmaba que el hombre falto de recio
carácter será como uno de esos "ciclistas" que se inclinan por
arriba, dan traspiés por abajo. Así son los hombres, que ante los poderosos se
inclinan hasta el suelo y, con orgullo atormentan a los que les están
subordinados.
Y como decía el barón de Estuös: "hombres de líneas paralelas". Si el superior levanta la cabeza y
se yergue echándose hacia atrás, ellos en seguida se inclinan hacia adelante;
pero sí alguien se inclina en su presencia, ellos se yerguen en seguida,
echándose hacia atrás.
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