¡QUÉ TRISTEZA!
Adornos
fabulosos, artísticos. Bases florales en las que se dedican el valioso tiempo.
¿El
destino juega con la exquisitez?
Flores
hermosas, elementos vivos, naturales, pasan al olvido.
En todo
tipo de eventos donde se utilizan, en algunos se desechan y en otros se omiten.
Flores
que pierden su esencia de vida, que ya no están en su medio, se pierden, Sí
pero no por ellas.
En los
eventos hermosean el lugar, lo visten, lo aromatizan.
El invitado,
el asistente se lleva su “parte”, su botín.
Cuando
lo coloca en su lugar preferido, lo abandona y omite que son flores vivas
todavía, que necesitan atención. Y en ello también marchitan su esencia.
La humanidad,
se arregla, se vislumbra, se muestra y sin no es atendida también se marchita y
con ello limita su destino.
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