AMADA SOFÍA

Yo sé que en este día te encuentras con personas que en cierta forma se dedican a lo mismo que yo hacía en mi tiempo. Como me gustaba hacer obras monumentales, era una especie de misión para la que nací, ellos también.

Desde luego encontré una familia, los Tepollino, que me ayudaron enormemente a conocer los mármoles, el material en el que yo debía trabajar. Después tuve un gran maestro “Doménico Ghirlandaio”, que me impulsaba para lograr obras maestras, me animaba y me reconocía; en tu tiempo se decía que ese era un gran líder, pues hacía que otros triunfaran.

Pero ¿sabes una cosa? En un arrebato de misticismo me animé a realizar “La Piedad”. Que dolor y al mismo tiempo qué fuerza para representar a un Cristo muerto y a una madre incomparable, ejemplo de lo sublime ¿te acuerdas de que al pie de la cruz no profirió gritos ni lanzó maldiciones? Con que razón es la emperatriz del mundo y debes saber que es madre de todos.

Posteriormente, de una pieza magnifica saqué “El Moisés”, era tanto su realismo que, al terminar, en un arrebato de pasión, di un golpe en su rodilla y le grité “habla” era lo único que le faltaba. Además, también hay semejanza con ustedes, Moisés quiere decir “Sacado del agua” y eso es lo que hay que hacer, sacar a la luz, sacar de la mediocridad a cuanta gente esté en tu grupo.

Del “David” te puedo decir que representaba la energía y la fuerza necesaria para vencer el gigante de la ignorancia, de la injusticia, de la indolencia y pasividad. Cada uno de ustedes representa a ese “David”, que es un vencedor, porque para un líder de tu tiempo, lo importante no es ganar, sino su único fin.

Para no cansarte, sólo quiero que recuerdes “la creación” en la capilla Sixtina, según ustedes, la creación y la innovación serán el poder para el siglo XXI, pues ahí está, es una obra monumental, única y es la muestra solamente de un hombre que fue tocado por Dios. Yo.

Dime ¿qué no podrán realizar ustedes en este tiempo y con tantos adelantos técnicos? Solo le falta una cosa al ser humano de tu tiempo “la sabiduría del corazón”, para amar más allá de sus límites.

Con mi amor Miguel Ángel Bounarroti