EL ÉXITO EN MÍ
Dan Custer, La Mente en las
Relaciones Humanas.
Las gentes me responderán en cuando
les guste, cuando crean en mí, cuando me tengan confianza, por lo que:
ü Ahuyentare
la timidez.
ü Andaré
correctamente.
ü Vestiré
adecuadamente.
ü Hablaré
sin prisas y con confianza.
ü No seré
arrogante.
Mí éxito será:
ü Reconocer
mi propia naturaleza.
ü Aspirar a
un mejor presente y prepararme para ello.
ü Olvidar los
errores y daños del pasado y mirar con optimismo el futuro.
ü Tener el
poder de elegir y de enderezar mi vida.
ü Tener el
dominio de mi vida.
ü Ser creador
de mi destino-misión.
ü Ser libre
para obrar las facultades que tengo.
ü Ser el
árbitro de mi conducta, de mis hábitos, de mi carácter.
ü Estar abierto
a las nuevas ideas y creencias.
ü Ser progresista,
fértil en recursos y no ser esclavo del pasado.
ü Ser entusiasta
en el logro de las metas y de los proyectos.
ü Tener fe
en la vida grande e infinita que me rodea, en la humanidad, en la responsabilidad
de las leyes de la vida, la ley de la atracción, la ley de la causa y efecto,
en mi inmortalidad.
ü No estar
en la derrota, en el temor a perder.
ü No ser
inferior a nadie, pero tampoco superior, ya que soy encarnación de Dios.
ü Ser un
ser espiritual y en que punto elegiré, y decidiré adecuadamente mí mente, mis
emociones y mi cuerpo.
ü Destruir
mental y físicamente toda preocupación.
ü Desterrar
la ira, el temor, las malas pasiones, el resentimiento, la envidia, la
resistencia a todo cambio, a las reacciones insanas y a todo mal pasado.
ü Estar sano,
feliz y libre.
ü Dar amor
a mi familia, a mis amigos, a mis vecinos, a mis asociados, dar amor a la vida.
ü Estar digno
de confianza.
ü Comenzar
una nueva vida todos los días.
ü Estar agradecido
con lo que hecho hoy, por las oportunidades que he recibido, por la salud de mi
cuerpo, por la vitalidad que tuve en cada momento. Por las buenas ideas que
llegaron a mi mente desde lo más profundo de la mente subconsciente dentro de
mí. De esas ráfagas de inspiración cuando supe lo que hacer y donde estar. Por las
oportunidades que tuve de devolver un bien a mi prójimo.
La llave que
abre toda oportunidad de progreso, de prosperidad, de abundancia, de
conocimiento, de sabiduría, de bienes materiales y espirituales, está dentro de
mí.
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