UN DÍA COMO AYER
Un día
como ayer, al levantarme tome dos vasos de agua pura. Hice los ejercicios para
fortalecer el cuerpo y oxigenar el cerebro, en el parque de las rosas, qué
hermoso lugar. ¡Que delicia!, sentir el ensanchamiento de los músculos y el
reanimar de la mente y el espíritu. Un rico desayuno proteínico. Después investigar
quienes son nuestros legisladores y que hacen. Luego asistir a una inauguración
de pinturas “Las diosas y algo más “cuadros con una fantástica cromática, en el Asturiano Polanco. Enseguida caminar por la
gran avenida de las grandes firmas comerciales en ropa, perfumes, accesorios,
restaurantes. ¡Qué mujeres! Todo esto en la Avenida Presidente Masaryk, y para
rematar dos excelentes copas de vino tinto y blanco. Un día como ayer.
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