EL OPERADOR POLÍTICO
El operador político no es que el
diseña la acción que vaya a resolver, o a ocuparse, sino el que es enviado con
la cautela y la confianza depositada en él para conocer la profundidad del
hecho que se quiera ver, resolver o atender. Existe la confusión entre el que
es enviado a “operar un programa”; es decir que son enlaces del que diseña la
estrategia. Y el que verdaderamente a través de ciertas características,
analiza, pondera, considera, actúa, decide, puentea entre la acción concertada
y acordada y que la lleve a su fin. En él operan ciertas características que lo
hacen ser el indicado:
·
Tiene una imagen conciliadora, eficaz y confiable.
·
Ejerce su conocimiento, habilidad e independencia,
para enfrentar cualquier situación que vaya al ser enviado.
·
Aplica su experiencia estratégica, individualidad y
decisión para obtener mejor resultado.
·
Conoce a fondo la situación, antes de resolverla. Se aboca
a toda información disponible, para estar en condiciones de negociar, ceder y
avanzar.
·
Asesora en lo que sabe, para abrir los caminos del dialogo
y la concertación.
·
Marca los tiempos, agenda y ejecuta con niveles de
aceptación.
·
Confía ser aceptable, leal, reservado, con buen ánimo,
sociable con quién trata y muy seguro de sí mismo.
·
Aprendió a escuchar y ser escuchado.
·
Define con carácter y prudencia sus acciones.
·
Es altamente responsable de su actuación.
·
Trata con respeto para ser respetado.
·
Basa su actuación con argumentos sólidos y cuenta con
información privilegiada para llevarla al terreno de los acuerdos y el
consenso.
e El operador político se hace en la manera en que se ocupen de habilitarlo y no de manipularlo.
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