LA ASPIRACIÓN HUMANA
Si
analizamos sin ningún prejuicio psicológico los actos, las aspiraciones, las
inquietudes, las tendencias y, en general, la vida del hombre, podemos observar
claramente que todo gira alrededor de un solo fin, de un propósito, tan
constante como insaciable: superarse a sí mismo. Obtener una personal
satisfacción subjetiva que pueda brindarle la felicidad anhelada, que todo
hombre aspira a algo, que todo ser humano concibe determinados fines por
realizar y que implican la manera de conseguir su felicidad particular; que
moralmente es imposible siquiera de presentarse a un individuo que no tenga
aspiración, propósitos y anhelos, hacia cuya verificación encabeza sus
esfuerzos vitales, subjetivos y objetivos. De ahí que el vivir humano tenga
como causa determinante el deseo y como fin la realización de lo deseado. Ignacio
Burgoa O.
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