LAS NORMAS
La piedad,
la noble seriedad, el orden y la regularidad son cualidades necesarias para el
ejercicio de la dignidad.
La gracia,
el método, la sutileza son cualidades necesarias para el ejercicio del juicio
crítico.
No te
preocupes por la gente que no conoce tu capacidad, pero preocúpate por tenerla.
No tengas
amigos que no sean tan buenos como tú.
No critiques
los defectos de los demás, critica los tuyos.
La humildad
está cerca de la disciplina, la sencillez de carácter está cerca de la verdadera
naturaleza humana, y la lealtad está cerca de la sinceridad del corazón.
Con humildad,
un hombre comete pocos errores; con sinceridad es digno de confianza y con
sencillez es habitualmente generoso.
El hombre
superior se acusa a sí mismo, el hombre inferior acusa a los demás.
El hombre
superior no se preocupa demasiado, presta atención a sus deberes y cuida su
lenguaje.
Encuentra
un gran hombre y una gran mujer y déjate conducir por ellos.
No hay
nada que hacer con el hombre que es impulsivo y obstinado sin tener la virtud
de la honestidad, que no sabe nada o carece de ingenio suficiente para hablar o
se aparta cautelosamente, o que no tiene ninguna habilidad particular, y no
obstante le falta la virtud de la fidelidad.
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