¡EL SUEÑO!
Escaparse a sí mismo, no representa aislarse, sino
independizarse.
Acudir al llamado del espíritu es buscar el punto de
partida; es decir buscar el lugar indicado para impulsarse. De salir del ámbito
que nos ancla, que nos detiene.
Elevarse a las alturas vivificantes es ¡el sueño!
¡Elevarse sin sentir el miedo a las alturas, es
superarse!
Traspasar las capas de la tierra y encontrar la
maravilla universal, es el punto.
Viajar, ascender sobre las galaxias; comprender el
destino, es tocar nuestro sueño.
Los pensamientos viajan a tal velocidad que si no los
detenemos, entonces encontraremos lo que buscamos.
Llegar al sitio, asombrarse y sentir la independencia.
No debemos volver, tenemos que quedarnos; sembrar
nuestra semilla y descansar en nuestra eternidad.
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