¡REPUTACIÓN DE IMAGEN!

Hay quienes se distinguen a nivel nacional, estatal y municipal en el país por la posición actual que ocupan, pero son pasajeros temporales del poder.

Otros se hacen cargo de la administración y de la legislación.

Hay quienes los siguen y alaban por su labor.

Pero también hay quienes hacen y cumplen todo lo que les dicen.

Otros los imitan para ser como ellos. Omiten sus personalidades y pierden su conciencia.

Esa “clase”, enseña pero no cumple. Prepara pesadas cargas de llevar, y las echan a la espalda de la gente, sin que ellos levanten un dedo para moverlas.

Les gusta ocupar los primeros asientos y los principales puestos.

Les gusta ser reconocidos y saludados.

Pero acaso quien lo hace, se da cuenta de que se empequeñece y que cuenta que su servicio no será reconocido.

Dar valor a la esencia personal, es darle el valor que se requiere para ser reconocida.

Humillarse es la debilidad humana.

Valorarse es darse como es y no la imitación del mal modelo, que quiere seguidores, no hombres.

“El que sabe no da la llave de su mente, el que cumple no da la llave de su corazón”.