A VER QUE SALE
Cuando
un cazador se ejercita en el tiro al blanco, lo primero que debe situar es
precisamente el blanco. Conocer el objetivo al que tiene que llegar. Luego prepararse
y colocarse en posición. Sólo utilizando los medios apropiados se podrá
conseguir el fin que se propone. Todo es
cuestión de saber lo que se quiere…
Dejar
a la aventura o el zar el éxito de una empresa, se llama temeridad. Que no es
más que el reino de lo ciego y el imperio de lo probable y desconocido. A que
ver que sale.
Si
no se conoce el fin concreto al que se dirige, si no se utiliza los medios
eficaces, la acción no será más que temeraria, cargado entusiasmo pero ciega e
irreflexiva.
El
empuje sin dirección no es más que una fuerza mecánica, un entusiasmo sin
brújula, una voluntad sin inteligencia.
Hay
hombres que jamás regaron una flor ni han cosechado un fruto, pues lo
estuvieron pensando, el exceso de reflexión los volvió abúlicos e infecundos
para el amor, el trabajo y, la fe.
Reflexionar
significa el fin y los medios, saber a dónde se va. Buscar los instrumentos para
llegar a la meta, valorar las cosas, lo verdadero de lo falso, lo real y lo
aparente, lo esencial y lo objetivo, sólo así se sabe lo que se quiere.
Muchas
vidas inútiles vagan por el mundo, muchas ideas generosas llevan su fracaso,
porque falto reflexión y sobro “a ver que sale”.
El
secreto: saber lo que se quiere, querer lo que se debe, hacer lo que se
proyecta. Joaquín A. Peñalosa.
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