LA HERENCIA FILIAL
Todo
individuo lleva en sí la materia de herencia de sus antepasados; y la juventud
debe hacer cuestión de honor y de conciencia “introducir a su vez una corriente
sana en el río sano de su herencia”
Como
es obvio, para que el hombre miré más allá de los efímeros deseos sensuales,
sentimentales y egoístas, para que busque y promueva la fortaleza, entereza e
inteligencia a la generación futura con autodisciplina, se necesita una
conciencia de responsabilidad no común,
En
la sala de festín de Babilonia, allí donde Baltazar hizo escarnio de las cosas
santas, apareció una espantosa mano que iba escribiendo. Esta misma mano
también aún hoy día escribe la historia universal.
La
distinta suerte, la fuerza a la debilidad, la salud o la miseria de las
generaciones depende del modo como pasaron su juventud los padres.
Por
la pasmosa fuga de la herencia el hombre va cargado de un terrible patrimonio;
las faltas, las malas inclinaciones de los padres en su juventud dejan huella,
salen y causan devastación aun en las tardías descendientes; y la herencia
siniestra de una juventud pesada de una inmoralidad ha ahogado aún, a guisa de
maldición sangrienta, a los nietos y a
los nietos de los nietos.
El
que ha luchado con las tentaciones de la juventud sin sufrir derrota y lleva en
la frente la gloria de una vida pura puede ir tranquilo al altar glorioso; ya ha
reunido para sus hijos un patrimonio mayor que una fortuna. Mons. Tóth.
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