LOS TRIUNFADORES
Si logramos cumplir y satisfacer
cualquier meta, entonces somos triunfadores. El ascender escalón por escalón,
nos llevará a respirar aires más vivificantes. Lograremos obtener nuestro
propio observatorio natural. Observaremos desde donde iniciamos y cuál fue el
resultado. Uno de los más claros ejemplos de perseverancia, carisma y
sagacidad, es Pelé.
Edson Arantes do Nascimento,
ejemplifica ese resultado. Su constancia, don de gentes, sencillez y humildad
que demostró en lo que quería ser, lo llevó a ser el jugador más grande que ha
tenido el fútbol internacional, hasta el día de hoy. Si aprendemos algo
positivo de los demás, entonces nuestro escalón será no igualarlos, ni
superarlos, sino aprender de sus cualidades y virtudes, así como de sus
errores. La raza, el color, la religión, la ideología, nos son importantes para
nuestra identificación, pero no son obstáculos que tenemos que brincar para
destacar.
Lograr queriendo lo que deseamos
ser, nos conducirá a obtener los mejores reconocimientos de nosotros mismos. Si
él pudo, nosotros también. San Ignacio de Loyola, decía, Señor Dios si mis
semejantes pueden, yo también podré.
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