EL EQUIPO DE ACCIÓN ELECTORAL
Un buen candidato
no gana sino tiene un buen equipo de operación. Un buen equipo de operación
electoral no es eficaz si no contiende un buen candidato.
El equipo de
colaboradores que debe tener un buen candidato debe jugar como un equipo profesional
y no experimentar, ni suplantar y menos simular su actividad diaria. Debe competir
para ganar y no solo para aparecer en la escena electoral. Debe tener claro
cuál es el reto: ganar y hacer las acciones lo mejor posible. Debe accionar con
satisfacción las tareas y las funciones que realice día tras día.
El equipo de
operación, debe tener el impulso del maratonista, el entrenamiento del
triatleta, la fuerza del montañista. Debe tener esa fuerza poderosa que imana
de un líder, no de un coordinador. Debe tener hambre de triunfo y no solo de
competencia.
El equipo de acción
debe tener la energía y la potencia de sus habilidades. Debe contar siempre con
la motivación y el impulso de un guía y no de un ordenador. Debe contar con las voluntades unidas al
conjunto del concierto del proceso y de la jornada electoral.
Un equipo de acción
electoral, si no es conminado por un destino, su ánimo de actuación será muy
reducido y aminorado. El líder, el guía será de gran utilidad en el resultado
de su actuación. Sin ello le resultará fastidioso y apático su proceder.
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