LA ATENCIÓN
Solamente
hay que observar las actitudes que asumen quienes están de manera más directa
en atención de alguien o de algo.
Quienes
están en la obligación de responder a un escrito, a una llamada, a una cita, etc.,
regularmente no fueron preparados para ello. Faltan al respeto (tiempo, acción
e iniciativa) de quienes la hicieron y su actitud los lleva a olvidarlo u
omitirlo.
Si
la acción de atender es la demostración de respeto o cortesía, quienes se
ocupan de cargos ejecutivos, secretarías particulares, mandos medios y
superiores de la empresa y de la política, ayudantías, desatienden sobre manera
de su efectiva labor.
No
hay capacitación más efectiva que la propia autoformación a través de la
observación. Del cuidado y el análisis de lo que se hace. Acoger favorablemente
o satisfacer un deseo, un ruego, o mandato deberá ser una de las propias
máximas en nuestro quehacer cotidiano y así trasformar nuestro entorno y el
ambiente común de la cotidianidad.
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