LA TRASCENDENCIA DE LA IMAGEN EN UN CANDIDATO (A)
Arrancan
las campañas electorales en México en 2015. Y con ellas los candidatos
postulados por sus partidos políticos. Buena parte de los medios de
comunicación dan parte informativa de quienes son los candidatos (as), y de su
cuestionamiento de algunos de ellos por la manera de haber sido postulados y de
otros por su imagen pública.
La imagen
de un candidato cobra hoy más vigencia por ser especialmente expuestos a la
opinión y a la crítica. Las campañas se vuelven cada vez más competidas por la
inclusión de más partidos y por la influencia de las redes sociales. La imagen
de los postulados hoy es más evidente que antes.
La opinión
del elector sabiamente pensada analizara con mayor precisión (ya no quien es
quien), sino de su imagen, de su comportamiento, de su conducta. No solo será
el empaque, sino también el contenido.
Los
candidatos (as), basarán su incursión en la campaña por el posicionamiento de
sus personas, pero craso error, si solo lo analizan desde esa perspectiva. Más allá
del manejo operativo que cada uno de ellos tenga, la imagen será fundamental. Será
la exposición de su persona será segundo tras segundo, minuto tras minuto, hora
tras hora, día tras día, semana tras semana y mes tras mes que dure la campaña.
Si descuidan el potencial de su personalidad y de su actuación, los errores que
cometan, los llevarán a descuidar el resultado de la proyección de votación que
hicieron, de la promoción y de la movilización que realizarán y que afectara
seriamente el sentido del voto.
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