LA VANIDAD ELOCUENTE
Cerca del mar, en una playa X se avizora la gran masa de
agua, la inmensidad del océano.
La gran
cantidad de granos de arena, ambos el mar y la arena contienen millones de partículas
que las hacen un poder.
Hay quien se envanece ridículamente. Se viste de gloria
personal, creyendo ser el sol de la galaxia. Los oprimidos por su debilidad, su
flaqueza mental, los envanecidos, los que no son dignos de confianza. Los alacranes
del puente, en espera que su naturaleza sobresalga: la traición.
La vasta celestial infinita en estrellas luminosas,
enriquecen la vista humana para ser apreciadas y admiradas.
El orgullo del nombre y del apellido, la armonía conjunta
(el saber su significado) y dignificarlo.
Dios hizo al hombre en su imagen y semejanza. Si el
hombre es dios y si éste no se le revela internamente, entonces deja de
representarlo.
La Sencillez y no humildad, debe ser la premisa de cierta
humanidad. Nunca a la mansedumbre de las doctrinas religiosas. A las normas
sociales y a las desviaciones económicas.
El trato fino, cordial, cortés, educado, con sentido,
deben ser las características del hombre común, para ser ensalzado en su
persona, no por sus bienes.
El germen natural, el que ganó ser compensado con la
vida.
Aprovechar la coyuntura, la oportunidad de crear, de
crecer, de desarrollarse, deben ser las líneas para mantenerse.
A los complotistas, a los que obstaculizan, a los que
impiden todo desarrollo, todo cambio, a los conservadores de ultranza, a los
que tiran sus deshechos sin limpiar el lugar y se lavan las manos en señal de pureza
temporal, a ellos se les niega lo principal, la VIDA.
Tengamos cuidado de esos, lo que no permitan más que
ellos. Alertemos a la humanidad, ya no más.
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